Debajo de su piel escondía un secreto. Debajo de su piel se ahogaba en silencio su alma. La sensación de angustia se extendía por todo el cuerpo, desde los pies a la cabeza, sin dejar un rincón vacío de ella. La desazón alimentaba cada una de las celulas de su ser, contaminándolas de tristeza e insipidez.
Debajo de su mirada escondía un secreto. Debajo de su mirada se ahogaban las lágrimas que nunca llegaron a salir.