dimarts, 15 de febrer del 2011

Estupidez humana

Vio reflejada su propia mirada en aquellos grandes ojos castaños y asustados y quedó paralizado. No sabía que hacer... ¿Como se suponía que debía acabar con él? Era sólo un pequeño niño atemorizado que no entendía nada. ¿Qué podía importar ahora la pureza racial, o la supremacía alemana? Apuntado al pequeño con su gran arma, Walter se preguntaba como debía actuar. El niño cerraba los ojos y apretaba fuertemente los puños. Walter apuntaba, pero era incapaz de apretar el gatillo. Entonces le vino a la mente Ingrid, con su sonrisa y sus rizos del color del sol, y se le inundaron los ojos de lágrimas. Esta guerra estaba cobrándose demasiadas vidas, no podía permitir que un inocente niño pagara por una estupidez como estaba resultando ser ésta. Walter sintió asco de si mismo, del uniforme que llevaba puesto y de todo lo que representaba. Así que dejando a un lado el arma, tendió su mano al niño.
- Tranquilo, prometo no hacerte dañ...
De pronto sonó un disparo que provenía del otro lado de la habitación y el cuerpo sin vida del pequeño se desplomó en el suelo.